viernes, 18 de marzo de 2011

7 X 1492. En algún lugar del mar oceánico.

Tensión en el ambiente

   ¡Qué desastre! Hace mucho tiempo que no veíamos la tierra. Según mis cálculos ya pasaron 31 días y eso me da muchísimo miedo. La gente está extenuada, las provisiones de comida terminan y todo lo que nos rodea es el mar de incertidumbre. Es demasiado arduo avanzar contra el agua. Hay que evitar un enfrentamiento directo con las olas porque sus choques se hacen poco a poco más violentos. Mis marineros cada día tienen menos paciencia en vez de  eso les llena la agresión. No se si todavía puedo decir que son míos.Veo desconfianza en sus ojos. Me miran con rabia. Critican cada decisión mía. Me parece que ya no creen en mis cálculos. Oigo tantas palabras amargas por cuales ahora no sé quién tiene razón... Por todas las dudas no soy capaz de convencer la gente. ¿Por qué esas cosas sólo me pasan a mí? No me merezco esto. Cuando pienso que el mundo está al alcance de mis manos, todo se rompe. 
   Además me preocupa que no pueda confiar en Martín Alonso Pinzón, capitán de la Pinta. Desgraciadamente los hermanos Pinzón son los únicos que pueden ayudarme. Son de Palos pues sólo ellos tienen el respeto de los hombres. Hoy he preguntado a Martín qué me aconsejaría y sabeís que me respondió? Dijo: Ahorque Vuesa Merced a media docena de ellos, y, si no se atreve, mi hermano y yo barloaremos nuestras naves contra la Santa María.

   Ahora necesito dormir un poco. No tengo fuerza para cargar con tanta responsibilidad. Una voz en mi cabeza me susurra que no lo haga pero algún otro grita que el fin justifica los medios.



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