Estamos a 12 de octubre 1484.
Como cada día siento en mi despacho cerca del puerto y observo los barcos que salen del puerto y regresan. Me extraña que existan tantos lugares que todavía no están descubiertos. Cuando miro hacia el mar veo el infinito. Mis pensamientos corren al oeste.
Hay muchos rumores que circulan entre los navegantes de la ciudad. Algunos dicen que cuando viajaban hacia el oeste vieron tierra desconocida en el horizonte. Me gustaría enterarme que esconde esa agua misteriosa.
Todos los días sueño en mi propio barco que me deje navegar al fin del mundo.
Espero que las memorias escritas en ese diario sean la historia de mi vida, mi fama y gloria...
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